lunes, 29 de abril de 2013

Recomendaciones. Hay un libro de Camus que es ensayo. El hombre rebelde.

Libros recomendados: 

Crimen y castigo. 
La dama del perrito. 
El hombre rebelde (Camus) 
El primer hombre. 
Niños muertos. 
Jardín de cemento. 

viernes, 26 de abril de 2013

Sobre escritores

....me gusta la humanidad de Camus con su maravillosa frase " es la primera vez que sintió deseos de besar a un hombre". Las descripciones de Garcia Marquez, la implacable prosa hermetica de Borges, la tenacidad apretada de Nabokob, la brillantez de Amis, las historias de Márai, el humanismo de Pamuk, los dialogos de Dostoievski  y de Hemingway, los cuentos de Shlink y de Chever, el humor conceptual de Hornby, el dramatismo de Quiroga, la increible melodía de Sarmiento.... en fin son tantos. ¿Por qué me gustan todos ellos? Será que tambien se gustan entre sí. Quizas a grandes rasgos la cultura al final sea una sola con una variedad de matices. Pero sigo sientiendo que se parecen...  

miércoles, 24 de abril de 2013


De cuantas cosas depende la voluntad para que tan fácil digamos solo es cuestion de voluntad

martes, 23 de abril de 2013

Libros recomendados:



EL museo de la inocencia: Pamuck. 
Jezabel: Iréne Némirovsky
La casa de los encuentros: Martin Amis. 
El ultimo encuentro: Sandor Márai. 
La mujer Justa: Sandor Márai. 
Casa de verano con Piscina: Herman Koch: 
Como ser buenos: Hornby.
La casa de las bellas durmientes: Kawabata.

sábado, 13 de abril de 2013

El escritor y la mujer francesa. Capítulo 1


22:40. Principio.

En la vida de una persona la suerte juega un papel importante pero… es el sector  sobre el que no decidimos, ahora entiendo bien que  la manera en que tratemos todo el resto -lo que depende de nosotros-, dará la forma a nuestra historia, el trazo de cada uno en su historia, se convertirá mucho mas tarde en  el alivio contemplador de la vejez o el remordimiento turbulento del desperdicio. Esto muchas veces no se piensa siendo joven.  Siempre  fui un hombre constante, abrumadoramente constante, al punto de nunca reconocer  el  momento de dejar las cosas, es que  no me resultaba natural poder abandonar algo una vez que lo comienzo: nunca interrumpí la lectura de un libro, ni deje de cumplir con mis ejercicios físicos en la lentitud de todas las mañanas, ni me fijaba en la felicidad de las cosas. No conocía las decisiones. Tampoco se romper sentimientos o hábitos con las personas y no es que sea alguien especialmente temeroso al dolor, solo creo que soy demasiado comprensivo – o indulgente o dejado-  y carezco de esa fuerza egoísta para elegir mi vida, a diferencia de otros que si lo hacen con el tenaz y persistente sentido de la individualidad para consagrarse a ser ellos y sus éxitos. Recién se me ocurrió una frase: La indecisión proviene de la pereza, como tantos males.