se decidio por fin a leerla,
en la áspera y contundente voz,
emocionada,
contaba su infancia,
con trazos reales,
empujando las oraciones con su recuerdo,
y su amor,
en la unica infancia que todos tienen,
es un lugar solo propio,
axiomático,
benditamente incuestionable
donde no hay más que reconocer el destino,
Mi padre emocionado leía frente a mi silencio calmo,
y repasaba el tiempo en que las cosas son todo,
y se las venera como la religión,
la aceptacion de los niños a la forma
de felicidad que les toque,
es imposible saber cuanto mi padre fue feliz
entre esos recuerdos,
pero es acaso una medida por la que un niño vive,
o solo le importa meterse dentro de su mundo,
y aprender a supervivir mientras se hace,
pero fue algo duro para él,
su llanto freno su lectura de recuerdos y de anecdotas
que lo ataban a aquello que
es adorado,
y se decidio por fin
a que yo termine de leerla.
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