es el cielo, la oscuridad, y el abismo ascendente...
una soledad abrumadora hoy,
seria el infinito con sus auspicios felices
si no estuviera tan solo...
pero siempre detrás de una soledad
se esconde un recuerdo
muy pesado.
Es aquella alegria
la felicidad que transcurria sin saber su nombre...
Nunca se conoce el efecto del presente,
salvo una calma que todavia no es poética,
la voz de mi madre, la grata paciencia de mis abuelos,
confiados de la infancia,
son recuerdos que no duelen,
allí casi todo se ha vivido,
pero el amor
él siempre es insuficiente despues,
y deja sin efecto
los simulacros,
el tenue intento de entender,
la amistad y sus intermitencias,
los escudos y la artes,
esa mujer es un recuerdo que me duele
y del que vivo,
es el tiempo en que las agonias se suceden
porque cada pequeña mentira tiende a no ser nada,
a mostrar la inmensidad de lo otro.
las voces ajenas relativizan,
desconocen el amor ajeno,
y en parte es verdad,
porque ellos ven sufrimiento y egoismo,
ven tambien a un ser que no quiere,
odian a quien no te ama.
como la abstracción universal de lo peligroso...
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