Final
de una relación y final del ensayo…
Si
bien el libro no fue creado para hablar de los finales de las relaciones quiero
referirme a través de algunas ideas. Quizás
cuesta entender por la tenaz influencia de los parámetros sociales y también a
partir de la fuerte tradición con el que las personas han sido educadas, además del anhelo individual de satisfacerse
existencialmente al intentar trazar una
vida estable y sin fisuras, que de todas maneras una relación en la que se amo,
bien o no tanto, constituyen un logro y una gran victoria en el corazón de un
hombre y una definición más en su identidad. El dolor de los finales tiene gran parte de su epicentro en la importancia
de lo vivido trascendentalmente y cargado de sentido emocional. Se puede
conseguir el amor por un largo tiempo y no construir una familia y aun así una
persona puede sentirse conforme, porque su interior puede sentir plenitudes aun
sin satisfacer ese ente difuso y a menudo acuciante que es la expectativa
social, a veces con sus precarios y crueles comentarios que no llaman a ninguna gran reflexión ni abren ningún
horizonte diáfano para el alma humana y su conciencia. No llevan al futuro.
Naturalmente
el ser humano necesita tener sus proyectos y concebir su futuro con cierto
nivel de certeza y por eso muchas veces a una ruptura se la considera
simbólicamente como un fracaso sin
estimar positivamente que se haya conseguido uno de los fines primordiales,
querer, amar…Es importante tratar de entender que todo lo que vivimos nos
constituye no solo como experiencia en términos de sabiduría, de conocer más,
sino como verdad material que crece dentro nuestro para hacernos más vívidos,
más emocionales, para sentir la vida y ensanchar el alma en ella.
Salvo
situaciones muy graves conviene dejar una relación lo mejor posible – además
muchas parejas retornan y son luego felices- porque ella será también la que
dará en nuestra imaginación la forma y el optimismo de las próximas relaciones
de todos los tipos y también de nosotros mismos en nuestra identidad. La misma
relación ocupara un lugar en nuestro futuro, será la forma externa de uno
mismo, porque la historia de una persona es también
lo que siente una persona sobre su biografía y no solo lo que
aritméticamente vive. No es bueno
considerar solo los finales, las tensiones del final muchas veces son muy
difíciles de manejar para ciertas personas y pueden provocar errores humanos que pueden lastimar y traer
dolor, pero no es bueno dejar una mancha en el lugar que debe ocupar nuestra
historia afectiva. Es el cajón de la hermosa nostalgia de los recuerdos donde volveremos cada vez que
estemos tristes o contentos, con nuestra piel sensible. Es el amor que dimos en
nuestra vida finita en el que hasta al sentimiento más eterno lo interrumpe la natural y
desgraciada muerte. Según el criterio de proyecto y de plan para el futuro, una
relación pudo no funcionar y sí haber conseguido una plataforma en un sentido romántico y amoroso. Las personas
pueden separarse por muchos motivos, pero entiendan que no siempre es
mayormente una falta de elección o de amor, muchas parejas se separan porque
hicieron todo lo posible pero no encuentran paz. Y llega un momento que se
necesita vivir y dormir tranquilos aunque tristes o solos. Quizás no haya sido
el momento de una pareja y si lo puede ser más adelante.
Espero
que cierto estilo mío a veces pragmático no cause al lector la sensación que
sobre estas ideas me siento muy seguro ya que no es así para nada como me siento, ni la idea que quiera
crear en los otros. Son solo conceptos que tienen una leve constatación
científica y mucho de trabajo en mi actividad y reconozco que para ciertas
ideas no hay ni forma de verificarlas.
Mucho tiempo me dediqué a pensar en estos aspectos para ayudar a personas y por
mi afinidad con el cine y a la literatura me interesaron y entendí parte de
ellas. Esto es todo lo que tengo para decir y quería poder expresarlo y si es
que le sirve alguna vez a alguien estaré más que satisfecho. No creo que
escriba demasiados ensayos porque realmente me gusta y me siento mejor
escribiendo literatura. Solo lo haría si recolectara el suficiente material para publicar ideas
nuevas pero no es mi meta inmediata. Si se tienen objeciones o se quieren
ampliar algunos puntos de vista sería un verdadero halago para mí recibir de
quienes me lean sus nuevas visiones. Espero realmente que la divulgación sobre
filosofía práctica o psicológica o de autoayuda mejoré con el tiempo y no se
saque tanto material de carácter comercial en donde veo una tenaz inclinación a
la defensa y a hablar mal de personas que tienen problemas, para construir el
gran muro de la soledad paranoica. En definitiva es un riesgo nuestro y también
nuestra responsabilidad a quienes
elegimos para compartir nuestros días, pero no olvidemos que a pesar de los
malos tragos descubrimos que incluso a las personas que tienen problemas
podemos quererlas porque en definitiva cada amor que se realiza es una
aceptación del mundo en general, con todo lo que tiene y todo lo que le falta,
con lo que se conseguirá y con aquello que dejara nuestro pie sin apoyo. El
mundo no tiene tantas más carencias –a pesar de su complejidad inmensa- de las
que tenemos como seres humanos individuales. Se deberá tratar de ser feliz con
lo que se tiene y entiendo que se consigue apelando a toda la creatividad de la
que disponemos y crear si se puede también una nueva, inédita, aprovechando las
experiencias con la sonrisa resignada y digna de aceptar que al final las cosas
son lo que son. Y solo la tragedia dura e implacable será un obstáculo infinito
e irremediable para nuestras vidas. Un
ser humano quiere seguir amando a quien ya quiere, y eso es normal, pero
un ser humano también necesita decidir
a quién debe amar y si puede ser
feliz con otro tipo de pareja y eso no es una sustitución, es sencillamente el
efecto de reconocer la verdad y el resultado de sus circunstancias. Espero
saber de ustedes y que les haya resultado agradable este ensayo, escrito con la
humildad y las dudas de tener que escribir para lectores seguramente tan distintos
sobre el tema que quizás más nos importa en nuestra condición de seres
afectivos. Se me ocurrió una frase en el
final:
Si
fuésemos en promedio peores que mejores, si nuestras emociones no empujarían
para crear el bien, si resultásemos abundantemente egoístas y no sintiéramos
ningún tipo de pena, no hubiésemos llegado a disponer de un mundo, de una
cultura que desborda gracia y delicadeza en todas sus expresiones, en su legado
que explica la extensión del alcance de nuestra humanidad y su injerencia… sí
esas hermosísimas manifestaciones del alma universal no fuesen una realidad
elocuente y mágica, no conseguiríamos
ratos de amor bueno, no nos dejaríamos llevar por la verdad de las miradas dignas…
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